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Despierta Galicia

Despierta Galicia todo sobre las elecciones

Queridos blogianos,
Después de pasar unos días por la calida tierra de Ourense y ante la
proximidad de las eleciones gallegas escribo estas palabras con la
esperanza
de que algún gallego lo lea y despierte de su ensimismamiento.

Como anecdota os contaré la forma en que el PP gallego gana votos, hay dos:

-Invitando a las pobres gentes de las zonas rurales al dia del partido que siempre y curiosamente es antes de las elecciones. En este dia se da pulpo gratis al todo el que asiste y se les pone de ribeiro (del malo eh que el bueno se lo da fraga a sus amigos) hast el culo.

-Haciendo como en mi pueblo (del cual no dire el nombre para permanecer en el anonimato), que tras mas de 20 años de padecer sequias en verano y la Xunta pasar olimpicamente del tema, ahora la Xunta ha hecho un deposito de agua. Teoricamente la Xunta lo deberia haber hecho hace tiempo pero no les daba la real gana. Total que los vecinos est´na tan agradecidos que el señor fraga ya tiene garantizado su voto (y como tambien les invite a pulpo igual hacen hasta campaña y todo).

En fin, con el animo de que algun gallego lea esto y despierte, en las siguientes lineas pongo las promesas que hizo Fraga hace cuatro años para que ellos mismos comparen con la realidad...

Un besiño:

Asier (medio gallego)

ARTICULOS DE LOS CANDIDATOS A LAS PROXIMAS ELECCIONES GALLEGAS,

en "La Vanguardia" del 13 de octubre de 2001

LA CONTINUIDAD DE UN CAMBIO HISTÓRICO

MANUEL FRAGA IRIBARNE , presidente de la Xunta y candidato a la
reelección
por el PP

Décadas atrás, un ilustre galleguista afirmó que Galicia estaba más
cerca de
Nueva York que de Madrid. No le faltaba razón. Durante demasiado
tiempo,
Galicia fue una especie de ínsula aislada del resto de España y de
Portugal
por la falta de comunicaciones.

La ejecución de un meditado plan de infraestructuras, combinado con
actuaciones en todos los sectores que inciden directamente sobre la
modernización, permitió superar para siempre la situación de abandono y
desidia que, en el pasado, abocó a la emigración a cientos de miles de
paisanos nuestros.

Hubo un tiempo de resignación y conformismo durante el que, como dijo
Castelao, el gallego no protestaba, emigraba. Pero esa actitud mudó
radicalmente. Recuperamos nuestro orgullo como pueblo, sabedores de que
atesoramos una historia, una lengua y una cultura milenarias y
diferenciadas, pero también compatibles con las de las demás
comunidades del
Estado y plenamente integradas en la Europa que estamos construyendo.

Este espíritu guía el galleguismo político que inspira la acción de
Gobierno
desarrollada por el PP en Galicia durante las últimas legislaturas.
Tras dos
décadas de autonomía, de diálogo y tolerancia, Galicia ejerce el
autogobierno con un nivel competencial similar al de las restantes
comunidades históricas, superando incluso previsiones estatutarias.

Recuerdo mi primer curso como universitario en la cinco veces
centenaria
Universidad de Santiago, cuando poco más de 5.000 alumnos nos
adentrábamos
en aquel elitista mundo del saber. Y recuerdo la Vilalba de mi
infancia,
cabecera de una comarca que, como el resto de Galicia, malvivía de un
sector
primario que producía lo justo para sobrevivir, en una situación que se
prolongó en exceso.

Aquella Galicia arcaica y anquilosada que buena parte de nosotros
conservamos en nuestras retinas quedó enterrada para siempre. Cerca de
100.000 estudiantes, distribuidos en siete campus de tres
universidades,
atestiguan el profundo cambio atravesado por nuestra tierra: empresas
punteras exportadoras, una agricultura a nivel europeo y un sector
pesquero
que salva crisis concretas enviando buques factoría a mares de todo el
mundo.

Ésta es la realidad de la Galicia del siglo XXI. Por primera vez en la
historia llegamos a tiempo a una revolución: la de las
telecomunicaciones y
las nuevas tecnologías. Ésa es la Galicia que cada año bate récords en
la
publicación de obras en lengua gallega, y lamento las críticas de
quienes no
comparten nuestra política cultural no intervencionista. La de una
tierra
que atraviesa un segundo "rexurdimento" en todos los ámbitos creativos;
que
vende su moda en tiendas de alto "standing", pero también en
establecimientos populares; que cada año recibe a un mayor flujo de
turistas; que guarda el sepulcro del apóstol Santiago, al que acuden
millares de peregrinos por la ruta sobre la que se forjó el espíritu
europeo; que conserva uno de los mejores patrimonios naturales de
Europa;
que tiene la mayor tasa mundial de trasplante de órganos...

Ahora recibimos inmigrantes. La otrora masiva ocupación agrícola da
paso a
un pujante sector servicios, en el que, por ejemplo, el turismo genera
ya el
12% del empleo y aporta el 10% del PIB. La industria vive un gran
momento y
lidera iniciativas de futuro en sectores como el automóvil, el textil,
las
rocas ornamentales o la construcción naval.

Ésta es la Galicia que el día 21 decidirá el camino que seguir en los
próximos cuatro años. En esta atípica campaña electoral, socialistas y
nacionalistas han hablado de todo, menos de programas de gobierno. ¿Por
qué
será?

La Galicia que el PP aspira a seguir construyendo es una comunidad
tolerante, orgullosa y defensora de sus peculiaridades; plenamente
integrada
en el contexto español y europeo, sin olvidar sus profundos vínculos
con los
pueblos de Iberoamérica y con el mundo árabe. Superada la fase inicial
de
modernización, aspiramos al pleno empleo. La reducción del paro, con la
creación de 85.000 puestos de trabajo y el aumento de la estabilidad
laboral
logrados en los últimos cuatro años, indica que estamos en la dirección
adecuada.

Nuestro programa habla también de extender masivamente las nuevas
tecnologías, de actuaciones adicionales en el campo de las
comunicaciones
terrestres -incluyendo el tren de alta velocidad, ya en ejecución-, de
potenciar la atención a la tercera edad, de mantener índices aceptables
de
crecimiento económico, superiores a la media nacional, como ha sucedido
en
los últimos años... y un largo etcétera de objetivos, todos realistas.
Queremos, en suma, que la calidad de vida que disfrutamos siga en
aumento en
un marco de estabilidad política y crecimiento económico. Ése es
nuestro
compromiso. Galicia sabe que nunca la hemos defraudado.

2 comentarios

asié -

pues para que todo aquel gallego que quiera compare lo que hay ahora en galicia con lo que fraga prometia hace 4 años merluzo!

tatchenko -

hey, y a que viene el poner el artículo del abuelo cebolleta?

pos o me losplicas o no lontiendo